La Colina de Filopapos (Philopappou en griego) es una zona verde situada al suroeste de la Acrópolis. Es uno de los paseos favoritos de los atenienses. Allí hay excelentes vistas de toda la ciudad de Atenas y hasta del mar Egeo que rodea el Ática.
En el año 115 d.C., un monumento dedicado al Príncipe romano exiliado Cayo Julio Antichus Philopappos de Comagene (región situada en la antigua Armenia) se erigió en la cima de la colina. Después de su exilio, Philopappos se estableció en Atenas. Así se convirtió en ciudadano ateniense y ocupó cargos religiosos y civiles. Le consideraron como un gran benefactor y los residentes le querían mucho. El monumento funerario de Philopappos se construyó con mármol del monte Pentelikon, cerca de Atenas; y también del monte Imittos, al sureste de Atenas.
Cerca del monumento y oculto a la vista, se encuentra una estructura de piedra con puertas de hierro. Según la tradición, esta era la prisión donde el gran filósofo griego Sócrates sufrió encarcelamiento y murió. Un camino pavimentado comienza desde Filopapos y conduce a la colina de Pnyx. Allí los grandes oradores de la antigüedad griega solían reunirse y discutir temas políticos. En el otro lado de la colina, se encuentra el teatro Dora Stratou. Este lugar alberga espectáculos de baile folclórico. Cerca de Filopapos, también encontrarás el Observatorio Nacional. Es un instituto científico para el estudio de la astronomía y la sismología. También podremos ver la iglesia de Agia Marina.
Visita turística a la Colina de Filopapos
Podemos llegar a la Colina de Filopapos con el metro saliendo en las estaciones de Thissio o de Acrópolis. Es aconsejable visitarlo al anochecer por las vistas que se ofrecen de toda la ciudad. Sin embargo la iluminación en varios puntos del camino es escasa. Así, hay que tener cuidado por la falta de visibilidad.