Egina

EginaLa isla de Egina es una de las Islas Sarónicas que se encuentra situada en el golfo Sarónico, que se abre entre las regiones del Ática y del Peloponeso. Está a unos 27 kilómetros de Atenas y es posible llegar a la misma a través de un ferry que sale desde el Puerto del Pireo. Un volcán extinto constituye dos tercios de Egina. Las playas son también una atracción turística popular.

Historia de Egina

Egina, de acuerdo con Herodoto, era una colonia de Epidauro, a cuyo estado estaba originalmente sujeta. Su ubicación entre Ática y el Peloponeso la convirtió en un sitio de comercio incluso antes. Sus primeros habitantes supuestamente vinieron de Asia Menor. Uno de los primeros hechos históricos es su pertenencia a la Liga de Calauria, atestiguada alrededor del siglo VIII a.C. Esta liga ostensiblemente religiosa incluía -además de Egina- Atenas, Minyan, Orchomenos, Troezen, Hermione, Nauplia y Prasiae. Su historia temprana revela que la importancia marítima de la isla se remonta a los tiempos pre dóricos.

Durante la expansión naval de Egina en el Período Arcaico, Kydonia fue una parada marítima ideal para la flota de la isla en su camino a otros puertos del Mediterráneo. Durante el siglo siguiente, Egina fue uno de los tres principales estados que comerciaron en el emporio de Naucratis en Egipto. También son conocidas las diversas disputas que mantuvo con Atenas durante varios siglos. Esto fue así desde que aceptase el poder del Imperio Persa hasta mucho tiempo después. La isla, como el resto de Grecia, fue dominada sucesivamente por los macedonios (322-229 a.C.); los aqueos (229-211 a.C.); los etolios (211/10 a.C.); Atalo de Pérgamo (210-133 a.C.); y los romanos (después de 133 a.C.).

Imperio Bizantino

Egina perteneció al Imperio Romano de Oriente (Bizantino) después de la división del Imperio Romano en el año 395 d.C. La isla floreció a principios del siglo noveno, como lo demuestra la actividad de la construcción de la iglesia. Sin embargo sufrió mucho las incursiones árabes procedentes de Creta. Después de la disolución y partición del Imperio bizantino por la Cuarta Cruzada en 1204, Egina se entregó a la República de Venecia. Una de las condiciones por las que dicha república le otorgó protección fue que debía suministrar grano a las colonias venecianas.

En 1463 comenzó la guerra Turco-veneciana, que estaba destinada a costar a los venecianos: Negroponte (Euboea); la isla de Lemnos; la mayoría de las islas Cícladas; Scudra; y sus colonias en Morea. La paz llegó en 1479. Venecia todavía conservaba Egina, Lepanto (Naupactus), Nauplia , Monemvasia, Modon, Navarino, Coron y las islas de Creta, Miconos y Tinos.

En 1537, el sultán Suleiman declaró la guerra a Venecia y su almirante Hayreddin Barbarossa devastó gran parte de las Islas Jónicas, y en octubre invadió la isla de Egina. Con la paz de 1540, Venecia cedió Nauplia y Monemvasia. Durante casi 150 años después, Venecia no gobernó ninguna parte del continente de Grecia excepto Parga y Butrinto (subordinado políticamente a las Islas Jónicas). Aún conservaba sus dominios insulares: Chipre , Creta, Tenos y seis islas jónicas.

Durante la primera parte de la Guerra Otomano-veneciana de 1714-1718, la Flota otomana comandada por Canum Hoca capturó a Egina. Los otomanos retuvieron el control de la isla con la excepción de una breve ocupación rusa por parte de Orlov Revolt (principios de 1770), hasta el comienzo de la Guerra de Independencia griega en 1821. Durante la Guerra de Independencia griega, Egina se convirtió en un centro administrativo para las autoridades revolucionarias griegas.

Turismo

Para quienes estén interesados en visitar la isla, el ferry desde Atenas llega a la ciudad de Egina. La población se encuentra situada al noroeste. De allí cabe destacar el puerto, sus casas antiguas tradicionales, las barquitas de pescadores y el bullicio de los turistas y ciudadanos. Podemos visitar algunos restos arqueológicos de importancia entre los que destaca la Colona o columna del antiguo templo de Apolo.

Está situada al norte, junto al Museo Arqueológico, y se puede llegar fácilmente andando desde el puerto. Cerca de la ciudad se encuentra la iglesia de San Teodoro, con importantes frescos del siglo XIII. Desde Egina se pueden realizar variadas excursiones, como la que nos lleva al Templo de Afaia, a 11 km al este, de estilo dórico y construido tras la batalla naval de Salamina. Podemos visitar también el famoso Balneario de Santa Marina, a 3,5 km. de la ciudad.

Los billetes para los ferries se pueden adquirir tanto en el propio puerto como a través de la página web de Greek Ferries. Dependiendo de la temporada, es posible que no encontremos billetes para el destino que queremos. Por lo tanto, siempre es aconsejable hacer la compra de manera anticipada. Es posible también hacer una reserva usando el siguiente formulario de búsqueda:

Sus playas son pequeñas y entrañables. Son interesantes de conocer las de Jirimbi, Paliocáravo, Lucha, Yidaki, Kioni, Poli y Amudaki. Aunque debemos advertir que no es una isla de playas arenosas, sino más bien rocosa. Tanto en la ciudad como en otros lugares de la isla podremos encontrar una amplia variedad de hoteles en los que poder alojarnos.

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